Si los sonidos de la calle o de sus vecinos se filtran por las ventanas y paredes, no desespere, aquí le damos algunas soluciones para evitar este problema.


¿Son las 5 am y el llanto del bebé de su vecino lo despierta o la lavadora del departamento del costado no lo deja ver televisión? Esta situación es cada día más frecuente, sobre todo en edificios modernos.

El arquitecto Jorge Maticorena, jefe del sistema Gyplac de Eternit, explica que “esto se debe a que los materiales usados en la construcción de paredes, techos y ventanas tienen poco aislamiento acústico”. Si usted se enfrenta a este problema, puede reducir el impacto sonoro instalando el sistema Revoque, que consta de placas de roca de yeso que se adhieren directamente sobre la pared de ladrillo. El mismo material se usa en cielos rasos con perfiles de aluminio, esto evita que el ruido de los pisos superiores se escuche.

El arquitecto Mirko Garrido-Lecca comenta que la lana de vidrio es otro material muy usado para crear zonas acústicas. Esta se usa dentro de paneles contraplacados que sirven de muros falsos: se fija una estructura de metal o madera a la pared, se coloca lana de vidrio por dentro y luego se cubre con una placa de drywall o madera. Si vive en un departamento, también puede tener una puerta contraatacada con este elemento en el interior.

Otra alternativa que plantea Garrido-Lecca, es instalar pisos de madera (parquet, parquetón o estructurado), porque aminoran el ruido exterior. Si aún no se anima por revestir por completo el suelo, puede colocar alfombras en la sala y los dormitorios, pues funcionan como elementos acústicos que absorben los sonidos.

Finalmente, para ventanas o puertas coloque láminas de vidrio de 8 mm de espesor, así evitará que se filtre la molesta contaminación sonora de la calle.

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